This site uses cookies to provide you with more responsive and personalized service and to collect certain information about your use of the site. You can change your cookie settings through your browser. If you continue without changing your settings, you agree to our use of cookies. See our Privacy Policy for more information.

“Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos confianza para entrar en el Lugar Santísimo.” (Hebreos 10:19).
¿Alguna vez has sentido que tu confianza se esfumó? Todavía recuerdo el día en la secundaria cuando me metí al equipo de lucha libre. En una pelea, me tocó enfrentar a alguien mucho más grande y fuerte que yo. En cuanto sonó el silbato, sentí que mi confianza se me escapaba de las manos. Mis movimientos eran torpes, mi mente estaba hecha un lío . . . y la derrota parecía inevitable. Pero entonces escuché a mi entrenador gritar desde la banda: “¡Mark! ¡Mírame!”. Lo miré a los ojos, y me recordó lo que habíamos practicado. Me dijo que yo podía hacerlo. Algo dentro de mí se encendió. La confianza volvió—y gané la pelea.
Espiritualmente, creo que muchos pasamos por momentos así. La vida nos lanza desafíos que parecen más grandes que nosotros, y de repente, esa seguridad que teníamos en Dios se empieza a desvanecer. Los lectores de la Carta a los Hebreos estaban bajo una presión cultural tremenda; tanta que su valentía para seguir a Jesús comenzaba a flaquear. Por eso el escritor les dice: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo” (Hebreos 10:19). Era como si les dijera: “¡Mírenme! ¡Recuerden lo que tienen en Jesús!”
En el Antiguo Testamento, los judíos crecían creyendo que nadie podía acercarse al Lugar Santísimo. Solo el sumo sacerdote, una vez al año, podía entrar. Pero bajo el Nuevo Pacto, tú y yo podemos entrar con valentía a la misma presencia de Dios. No porque lo merezcamos, sino porque la sangre de Jesús nos abrió el camino.
Aun así, a veces entramos arrastrando los pies, como si no perteneciéramos ahí. Culpas, vergüenzas, inseguridades . . . nos hacen sentir fuera de lugar. Pero si tú le perteneces a Cristo, estás justo donde debes estar. Puedes acercarte con la frente en alto y el corazón abierto para recibir lo que Él tiene para ti.
Y para mantener esa confianza, no puedes hacerlo solo. Hebreos nos anima a “estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras”. Como ese entrenador que te grita desde la banda, necesitamos amigos en la fe que nos animen, nos reten y nos recuerden quiénes somos en Cristo. Cuando te alejas de la comunidad, cuando dejas de ir a la iglesia o te desconectas de tus hermanos, tu confianza espiritual se debilita. Cuanto más difícil se pone la vida, más necesitas que otros te hablen con verdad, oren contigo y te ayuden a seguir adelante. Porque el aislamiento drena la fe, pero la comunidad piadosa la alimenta hasta el final.
Desafío audaz:
Esta semana, entra con valentía en la presencia de Dios cada día, te sientas digno o no. Luego, da un paso para conectar más profundamente con otros creyentes. Únete a un grupo, haz una llamada o tómate un café con un amigo cristiano que te anime.
Oración:
Señor, gracias por darme acceso a tu presencia a través de Jesucristo. Perdóname por las veces que he dejado que el miedo, la culpa o la distracción me impidan acercarme plenamente a ti. Lléname de confianza al saber quién soy en ti. Ayúdame a mantenerme conectado con tu gente para que pueda seguir creciendo y manteniéndome fuerte. En el nombre de Jesús, amén.

Te quiero contar algo que me tiene con el corazón lleno de gratitud. Dios está haciendo cosas increíbles a través del ministerio Pasos Audaces. Cada vez que veo cómo el Señor toca vidas en lugares que ni imaginábamos, me quedo sin palabras. Hace poco recibí este mensaje de Alick Iweni, desde Malawi, que me conmovió profundamente:
“Es la primera vez que escucho este programa favorito, Pasos Audaces, porque me da mucho que pensar. Y lo más importante, la palabra de Dios que nos imparten a mí y a otros miembros de la comunidad Yao. Sí, fue hoy que estaba sintonizando otras estaciones y por suerte me encontré con Litala FM, donde escuché el programa Pasos audaces. Entonces pensé: este es el programa correcto que me gusta escuchar, porque me ha ayudado a cambiar mi vida. Desde que nací, nunca había escuchado lo que significa nacer de nuevo en Jesucristo. De hecho, me he beneficiado mucho de esto. Por lo tanto, los animo a que sigan compartiéndonos estos hermosos programas”.
Si nunca has considerado donar para este ministerio, tal vez la historia de Alick te inspire. Dios está abriendo puertas que nosotros ni podríamos imaginar, y tú puedes ser parte de eso. Gracias por caminar conmigo en este viaje hacia corazones que necesitan esperanza, verdad y vida en Jesús.
Un estudio devocional de 30 días con Mark Jobe
Como seguidores de Cristo, nuestra fe es esencial para saber quiénes somos. En Pasos Audaces tenemos como objetivo principal ayudarte a avanzar firmemente en tu caminar con Dios, paso a paso.
Es por eso que, junto a todo el equipo de Hoy en la Palabra, hemos creado Pasos Audaces con Jesús, un estudio devocional de 30 días. Con este nuevo recurso podrás conocer las perspectivas que el Dr. Mark Jobe ha desarrollado en su larga trayectoria pastoral. Además de ser el actual presidente del Instituto Bíblico Moody, Mark es anfitrión del programa de radio Pasos Audaces. Esta reflexión devocional diaria te ayudará a mantener tu mente centrada en la Palabra de Dios y tus ojos enfocados en Cristo. Confiamos que tu corazón se renueve y tu fe se fortalezca, a medida que caminamos juntos en este desafiante viaje de 30 días.