Espiritualmente conectado

¿Eres un creyente sin energía? ¡Aprende a recargarte de Dios, cada día!

Pasos Audaces en esta semana

“Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.”
(Efesios 5:15–16).

Una vez me pasó que olvidé cargar mi teléfono durante la noche. Para media mañana, ya estaba completamente muerto. Nada de llamadas, nada de mensajes . . . solo una pantalla negra. Más tarde, mientras pensaba en eso, me di cuenta de lo fácil que es que algo parecido nos pase en nuestra vida espiritual. Vamos por el día sin conectarnos con la verdadera fuente de energía, y de repente nos sentimos agotados, sin claridad, sin alegría, sin fuerzas . . . desconectados de la presencia de Dios.

En Efesios 5:15–20, Pablo nos da un consejo muy sabio: vivan con intención, aprovechen bien el tiempo, porque el ambiente espiritual que nos rodea no es fácil. Nos anima a no dejarnos llevar por las distracciones del mundo, sino a ser llenos del Espíritu (v. 18). Y es que, así como tu teléfono necesita cargarse todos los días, tu alma también necesita recargarse a diario: con oración, adoración, lectura de la Palabra y tiempo con otros creyentes. No es una rutina vacía, es lo que nos mantiene vivos por dentro.

Estar espiritualmente lleno tiene mucho que ver con lo que eliges para llenarte. Pablo habla de cantar salmos, dar gracias y vivir en humildad unos con otros por amor a Cristo (Efesios 5:19–21). Estas prácticas nos alinean con Dios y nos mantienen despiertos espiritualmente. Pero el mundo nos ofrece un montón de sustitutos: entretenimiento que solo distrae, logros que nos dejan vacíos, relaciones que no llenan y hasta rutinas religiosas sin conexión real con Dios. Todo eso promete mucho, pero al final, nos deja más cansados.

Cuando, en cambio, decidimos llenarnos de la presencia de Dios, algo cambia. Nos volvemos más conscientes espiritualmente, más firmes emocionalmente y más listos para vivir con propósito.

Así que, déjame preguntarte: ¿te sientes agotado? No esperes a estar completamente drenado para volver a conectarte con la Fuente. Empieza tu día con la Palabra, habla con Dios en oración, y deja que Su Espíritu renueve tu alma. Rodéate de comunidad, de personas que te animen en la fe. No fuiste creado para vivir esta vida solo.

Oración:

Señor, lléname hoy de tu Espíritu. Ayúdame a elegir lo que me acerca a ti y a soltar lo que me agota. Alinea mi corazón con el tuyo para que pueda vivir con sabiduría, amar profundamente y servir fielmente. En el nombre de Jesús, amén.

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Información sobre el ministerio de Mark

Hace poco, Dee y yo tuvimos el privilegio de visitar a mi madre en el pequeño y encantador pueblo del norte de España donde vive. Estar con ella fue un regalo en muchos sentidos. Mientras compartíamos tiempo juntos, no podía dejar de pensar en el legado tan hermoso que ha construido a lo largo de sus 87 años de vida fiel.

Hace ya seis décadas, ella y mi padre comenzaron su aventura misionera: primero en Costa Rica, luego en Chile y finalmente se establecieron en el norte de España. A lo largo de todos estos años, mi madre ha sido un ejemplo constante de alegría, fe firme y una hospitalidad que abraza. Su vida ha sido, literalmente, una invitación abierta para que otros experimenten el amor y la gracia de Dios.

Ya sea en la calidez de su hogar o en una simple conversación, ella transmite algo especial: una alegría contagiosa, una compasión sincera y un ánimo que levanta el corazón. Esta última visita fue un recordatorio silencioso, pero profundamente conmovedor, de la huella que ha dejado en mi vida, en la de mis hijos . . . y ahora también en la de mis nietos.

Su influencia ha trascendido generaciones. Nos ha marcado con amor, sabiduría y gracia. Y por eso, estoy profundamente agradecido. El legado de fe que ella sigue transmitiendo es un tesoro invaluable, no solo para nuestra familia, sino para todos los que han tenido el privilegio de conocerla.

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