La poderosa bendición del Padre

Pasos Audaces en esta semana

“Yo ya soy un hombre viejo—dijo Isaac—, y no sé cuándo moriré. Toma tu arco y una aljaba llena de flechas, y sal a campo abierto a cazar un animal para mí. Prepara mi comida preferida y tráemela aquí para que la coma. Entonces pronunciaré la bendición que te pertenece a ti, mi primer hijo varón, antes de que yo muera.” (Génesis 27:2–4).

El Día del Padre trae consigo emociones encontradas. Para muchos, es el momento de celebrar a un papá que estuvo presente, comprometido y pronunció palabras que moldearon tu vida. Su amor te dio identidad y su bendición asentó los valores sobre los que has estado construyendo durante muchos años. Quizás no te hayas dado cuenta del todo, pero esa clase de bendición paternal es una de las fuerzas más poderosas que moldean tu identidad. Para otros, por el contrario, la palabra "padre" trae más dolor que alegría. Quizás tu papá estuvo ausente, callado o quebrantado emocionalmente. En esa ausencia, se forjó un vacío en tu corazón, creando el anhelo imperativo de sentirte seguro, aceptado y saber que importabas.

La verdad es que fuimos creados para vivir bajo el poder de la bendición. Dios nos diseñó para prosperar cuando el amor, la valentía y la identidad nos son infundidos por nuestros padres. Cuando esas palabras paternas faltan, intentamos llenar el vacío con el éxito, los logros o la aprobación de los demás.

En Génesis 27, vemos el profundo deseo de la bendición de un padre manifestarse en la historia de Isaac y sus hijos. Jacob hace todo lo posible, incluso llega al engaño, para recibir lo que tanto anhela: la bendición verbal de su padre. Cuando Isaac finalmente se la da, es mucho más que solo palabras. Es una declaración de identidad, dirección y favor. Ese es el poder de la bendición de un padre. Cuando falta, nuestras almas sienten el dolor.

Si has recibido la bendición de tu padre, dale gracias a Dios y no la ignores. Pásala a los demás. Pero si has vivido sin ella, recuerda que tu Padre Celestial te ve, te conoce y te ofrece la bendición que quizás hayas perdido humanamente. A través de Cristo, el ciclo de silencio o disfunción puede terminar. No tienes que transmitir lo que te fue transmitido. Puedes romper ese ciclo. Como padres, esposos y seguidores de Jesucristo debemos bendecir a nuestros hijos, nuestros cónyuges o aquellos a quienes guiamos y se nos han confiado. No esperes. Tus palabras y acciones pueden marcar el rumbo de la vida de alguien que depende de ti.

Esta semana, busca un momento para bendecir. No des por sentado que tus hijos, tu cónyuge o quienes te rodean saben cómo te sientes; díselo. Transmite valor, amor e identidad a sus vidas. Y si cargas con la herida de un padre que no te bendijo, lleva ese dolor al Señor. Deja que Él llene ese espacio. Su bendición es tan poderosa que puede reescribir tu historia.

Escucha el programa en inglés The Power of the Blessing – Part 2

Oración:

Padre Celestial, gracias por ser el ejemplo perfecto de amor, fortaleza y bendición. Declara tu verdad en cada corazón hoy, recordándonos que en ti somos vistos, conocidos y profundamente amados. En el nombre de Jesús, amén.

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Información sobre el ministerio de Mark

Ayer fue el Día del Padre (Estados Unidos y Canadá), un día especial para honrar el impacto que los padres y las figuras paternas tienen en nuestras vidas. Es difícil creer que hayan pasado 27 años desde que falleció mi padre, Robert Jobe. Su vida cambió para siempre cuando era un joven rebelde de 18 años que se entregó a Cristo durante una reunión juvenil en Gary, Indiana. Esa decisión también marcó el rumbo de mi vida.

Mi padre modeló dos principios sencillos pero poderosos que continúan guiándome. Ahora yo los transmito a mis propios hijos adultos: amar a Dios y amar a las personas con sencillez y sinceridad.

Si el Día del Padre pasó sin que pudieras contactar a tu papá o a esa figura paterna en tu vida, aún estás a tiempo. Tómate un momento para llamar o escribir a ese hombre que marcó la diferencia en tu vida. Simplemente dile gracias.

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