El impacto de la paternidad en nuestra visión de Dios

Podemos aprender la verdad del amor incondicional de nuestro Padre celestial, incluso cuando nuestros padres terrenales nos hayan lastimado.

Pasos Audaces en esta semana

“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:1–2).

Imagina a una joven que anhela el amor y la aprobación de su padre, pero ni siquiera escuchó las palabras "te amo". Esta ausencia puede afectar profundamente su autoestima, llevándola a creer que el amor debe ganarse, no darse libre e incondicionalmente. Muchos de nosotros cargamos heridas similares. Nuestros padres terrenales, ya sea por negligencia, abandono o distancia emocional, pueden distorsionar nuestra percepción de nosotros mismos y nuestra relación con nuestro Padre celestial.

Romanos 12:1-2 nos llama a ser "transformados por medio de la renovación de nuestra mente". Cuando nuestra forma de pensar resulta del dolor y el rechazo de nuestros padres terrenales, nuestra percepción del amor de Dios está distorsionada. Podemos tener dificultades para aceptar la verdad de que Dios nos ama y nos acepta plenamente, tal como somos. Esta desconexión puede generar sentimientos de incompetencia, vergüenza o, incluso, la creencia de que debemos ganarnos la aprobación de Dios, tal como una vez intentamos hacerlo con el amor de nuestro padre.

Ese "vacío paterno" de un padre ausente o distante a menudo nos lleva a buscar validación de maneras poco saludables—destruyendo nuestra integridad, construyendo muros emocionales o creyendo que Dios está siempre dispuesto a castigarnos. 1 Juan 3:1 nos recuerda, sin embargo: "¡Miren cuánto amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios!" Y es que el amor de Dios no se basa en nuestro desempeño; es ofrecido libremente. Es seguro. Es inmutable.

La sanidad comienza cuando permitimos que la verdad de Dios cambie nuestra manera de pensar. Al reemplazar nuestras mentiras con Su verdad, comenzamos a abrazar la identidad que nos corresponde como Sus hijos amados. Este proceso lleva tiempo, pero a medida que aprendemos a desechar los pensamientos antiguos por nuevos, la verdad de la Palabra de Dios derriba las cadenas que nos han mantenido cautivos. Así, aprenderemos a vivir y amar desde la gracia y no desde el miedo. Así, experimentaremos la libertad y la alegría que vienen con ser plenamente aceptados por nuestro Padre celestial.

Para más Pasos Audaces, visita este enlace. 

Información sobre el ministerio de Mark

Un sábado, hace algunas semanas, tomamos un momento para honrar la memoria y celebrar la vida del hermano de mi esposa, el oficial de la policía de Chicago, Donald Márquez. Hace veinte años, a los 47, Donald fue trágicamente asesinado tras responder a un tiroteo de 17 minutos en la ciudad a la que servía. Familiares, amigos, compañeros de la policía y muchos otros en la comunidad se reunieron en el parque Gold Star Families de Chicago para recordar su legado. Gracias, Donald, por hacer el máximo sacrificio y servir protegiendo a una ciudad que necesita desesperadamente la esperanza de Cristo.

¡Dona Ahora!