Desata tu potencial para Dios

Pasos Audaces en esta semana

“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.” (Romanos 12:1).

En el inerte y árido desierto de la Sierra Nevada, en el sudoeste norteamericano, los científicos descubrieron lagos escondidos bajo tierra, llenos de agua esencial para la vida. Durante años, la gente de la zona necesitaba agua, pero no sabía dónde encontrarla. Nuevos avances tecnológicos hicieron posible aprovechar estas fuentes de agua ocultas.

Espiritualmente, somos como esa tierra árida, inerte y seca. A menudo nos enfocamos en lo que nos falta, sin darnos cuenta de que tenemos un gran potencial dentro de nosotros. Un potencial que espera ser utilizado para la gloria de Dios.

El apóstol Pablo a menudo les recordaba a los creyentes de cada ámbito de la vida donde no eran plenamente conscientes del potencial que tenían. Ya fueras rico o pobre, esclavo o libre, educado o no, Pablo lo tenía claro: todos tienen una función en el reino de Dios. Es más, Dios ya había proporcionado los recursos que necesitaban para vivir una vida que reflejara la bondad de Dios.

Cuando venimos a Cristo, experimentamos un cambio radical en nuestro cuerpo, mente y espíritu. Cada una de estas áreas se ve impactada por la gracia de Dios. Ese cambio nos lleva a una nueva identidad en Cristo. Lamentablemente, muchos cristianos se quedan estancados en su viaje espiritual. No, no es porque el evangelio no funcione, sino porque no dan el paso decisivo de renovar sus mentes. Mientras el mundo presiona para que nos ajustemos a sus valores y expectativas, es imperativo que empecemos a abrazar una realidad diferente: vivir para los propósitos de Dios y no para los del mundo.

Hoy te reto a que te tomes un momento y reflexiones sobre tu vida. ¿Cuáles son las cosas que le has estado “ocultando” a Dios? ¿Cuáles son los capacidades y dones que has descuidado? Recuerda, no necesitas esperar hasta tenerlo todo “a la perfección”. Ahora puedes alcanzar tu máximo potencial para Dios, quien ya te ha dado todo lo que necesitas. ¡Eres un sacrificio vivo con el potencial de impactar al mundo por la eternidad!

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¿Me permitirás presumir un poco de mi hijo Grant? En enero cumplió 26 años. Grant es oficial del ejército y está desplegado en el extranjero. Así que, no pudimos celebrarlo con él en persona ese día. Mi esposa, Dee, y yo nos tomamos un tiempo para reflexionar sobre el joven en el que se está convirtiendo. Hemos visto a Grant convertirse en un hombre de Dios aventurero, audaz y patriótico… todo un líder. Mientras oramos para que Dios guíe y dirija a nuestro propio hijo en su vida, tal vez quieras hacer una pausa ahora mismo para orar por tus propios hijos o nietos. Pídele al Señor que continúen firmes en la fe.

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