¡No más excusas! ¿Qué tienes en tus manos?

Pasos Audaces en esta semana

“Moisés volvió a preguntar: ¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: ‘El Señor no se te ha aparecido’?” (Éxodo 4:1)

Cuando se trata de poner excusas, nadie tuvo que enseñarnos, ¿verdad? ¡Hasta los niños inventan las razones más increíbles para salir de problemas! Y cuando crecemos, esas “creativas” razones solo se vuelven más sofisticadas. Les ponemos lógica, circunstancias, justificación… pero al final, el resultado es el mismo: Las excusas nos frenan. Eso, justamente, le pasó a Moisés frente a la zarza ardiente en Éxodo 4. Dios lo llamó, y él empezó a sacar una lista de razones para no hacer lo que Dios le pedía.

Yo lo entiendo perfectamente, porque yo también he hecho lo mismo. He dicho: “Señor, no tengo suficientes dones… no estoy preparado… no soy la persona indicada”. ¿Te suena familiar? Pero fíjate en lo que Dios le responde a Moisés. No le pidió credenciales ni títulos. Solo le hizo una simple pregunta: “¿Qué tienes en la mano?” En otras palabras: “Deja de enfocarte en lo que no tienes y usa lo que sí tienes”.

Esa verdad se repite en toda la Biblia. El niño con cinco panes y dos peces. La viuda con su pequeño frasco de aceite. Dios tomó lo que parecía insignificante y lo convirtió en algo grande y portentoso. Dios no necesita tu perfección. Quiere, ante todo, tu disposición. Cuando abandonamos nuestras excusas y simplemente decimos: “Aquí estoy”, Dios empieza a hacer cosas extraordinarias con gente común… como tú y yo.

Desafío de Pasos Audaces

¿Qué tienes hoy en tus manos? Quizás sea una pequeña habilidad, algo de tiempo libre o una relación que requiere tu tiempo y energía. Ofréceselo a Dios. Pídele que lo use. Esta semana, en lugar de centrarte en lo que te falta, agradece a Dios por lo que ya tienes y da un paso valiente de obediencia con lo que está en tus manos.

Oración

Padre, perdóname por todas las excusas que me han frenado y me han impedido obedecerte por completo. Hoy quiero confiar en que Tú puedes usar para tu gloria lo que ya tengo en mis manos. Te entrego mis habilidades, mi tiempo y hasta mis temores. Úsalos para hacer algo extraordinario en mi vida cotidiana. Que todo lo que haga refleje tu poder y tu propósito. En el nombre de Jesús, amén.

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Información sobre el ministerio de Mark

La Navidad está a la vuelta de la esquina! Mientras te preparas para celebrar el nacimiento de nuestro Mesías, Jesús, Dee y yo queremos recordarte algo que nunca debes olvidar: el poderoso nombre Emanuel, Dios con nosotros. Esa es la esencia de la Navidad. Para nosotros, este es uno de los nombres más reconfortantes de Jesús. Cuando estábamos perdidos en nuestros pecados, Dios dio el paso más increíble: venir a nosotros para cancelar la deuda del pecado. Y ahora, al comenzar un nuevo año, si el desánimo o la preocupación intentan robarte esa promesa, recuerda esto: Jesús sigue siendo Emanuel, Dios con nosotros. Siempre presente. Siempre fiel

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