¡Que el día de hoy cuente!

Pasos Audaces en esta semana

“Después de padecer la muerte, se presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.” (Hechos 1:3).

¿Cómo vivirías tu vida si supieras que solo tienes una semana de vida? ¿Cómo la vivirías si fueran tan solo 24 horas? Esa pregunta tan chocante, revela mucho sobre lo que verdaderamente es importante para ti. Cuando tienes el tiempo limitado en tu vida, haces las cosas que realmente te importan. Quizás, deseas pasar tiempo con la familia, corregir errores o crear recuerdos duraderos para los que dejas atrás. Es sorprendente cómo cambian las prioridades cuando tenemos el tiempo limitado.

Hechos nos dice que, desde el momento en que Jesús resucitó de la tumba hasta el momento en que ascendió al cielo, pasaron 40 días. Si bien no se nos ofrecen detalle de todo lo que Jesús hizo durante ese tiempo, sí sabemos que fue un momento significativo e importante. En esos 40 días, Jesucristo se aparece ante muchas personas, en diversas maneras, demostrando sin lugar a duda que había resucitado de entre los muertos por el poder de Dios. Jesús comió, sirvió, y enseñó sobre el Reino de Dios a una multitud de 500 personas, además de dos hombres que viajaban a Emaús.

También dedicó tiempo a sus discípulos, que debe haber sido una experiencia inolvidable para ellos, antes de que Jesús ascendiera al cielo. En esos últimos momentos con Sus discípulos, Jesús los prepara para la monumental tarea de contarle al mundo acerca de la redención que Dios ofrece a la humanidad, justamente a través de Su muerte y resurrección. Estas “buenas noticias” deben haber sido muy importantes para que Jesús haya hablado de ellas en esos últimos 40 días.

De la misma manera, creo que ése fue un tiempo en el que el Maestro estuvo enseñando e instruyéndonos a ti y a mí acerca de esta vida, acerca de Él mismo y acerca del reino futuro de Dios. Así que, Su oferta de gracia, misericordia, perdón y restauración puede ser tuya hoy si eliges poner tu fe en Cristo y aceptar humildemente lo que Él hizo por ti en la cruz.

Ninguno de nosotros sabe el día ni la hora en que dejaremos esta tierra, pero podemos saber con certeza que, si hemos sido redimidos por la muerte de Cristo Jesús en la cruz, inmediatamente iremos a vivir con Él en el cielo. Esa buena noticia puede ser parte de tu vida hoy mismo. ¡No te demores en recibirla!

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Información sobre el ministerio de Mark

Este verano, mi esposa Dee y yo celebramos 30 años de matrimonio. En nuestra trigésima renovación de votos, compartí estas palabras con ella:

• Gracias por creer en un joven que tiene poco que ofrecerte más que mi amor y un corazón lleno de sueños.
• Gracias por ver dones y capacidades que yo no había visto en mí mismo.
• Gracias por vivir prácticamente en la pobreza los primeros años de nuestro matrimonio y no quejarte ni una sola vez de nuestras circunstancias.
• Gracias no sólo por estar a mi lado en medio del inicio del ministerio sino por seguir adelante con la misma -o más- pasión que yo.
• Gracias por trabajar largas horas duramente para dar a luz a nuestros tres hermosos hijos (especialmente por las 28 horas de nuestra hija Marissa).
• Gracias por ser una madre cariñosa, protectora, dedicada y afectuosa para nuestros hijos, a medida que crecían.
• Gracias por ser una mujer íntegra que nunca me ha dado una razón para no entregarte mi amor y confianza.
• Gracias por seguir a Jesús fiel y consistentemente de una manera que ha tocado la vida de muchos otros.
• Gracias por amarme de tal manera que me ha hecho querer ser un mejor esposo y hombre.

Después de 3 décadas de estar felizmente casado contigo, nuevamente digo “¡ACEPTO!”

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