This site uses cookies to provide you with more responsive and personalized service and to collect certain information about your use of the site. You can change your cookie settings through your browser. If you continue without changing your settings, you agree to our use of cookies. See our Privacy Policy for more information.
22 de mayo del 2021 | 2 Tesalonicenses 1:3–7a
La palabra mártir originalmente significaba “testigo”: alguien que testifica de las verdades que ha visto, oído y experimentado personalmente. Sin embargo, incluso en la primera generación de creyentes, la palabra llegó a significar alguien que testificó de la verdad bajo amenaza de muerte. Eso es lo que queremos decir hoy: un mártir es alguien que elige morir en lugar de negar el evangelio de Cristo.
Los tesalonicenses estaban siendo perseguidos severamente y amenazados con el martirio. ¿Por qué? Porque se negaron a inclinarse ante la formación de dioses locales, incluyendo al emperador. Tal adoración se consideraba un deber civil. No hacerlo era antipatriótico, incluso traidor. Fue relativamente fácil para los judíos causar problemas a los cristianos tesalonicenses (1 Tesalonicenses 2:14–16).
No obstante, se mantuvieron firmes e incluso crecieron en su fe, un hecho por el cual Pablo estaba agradecido (vv. 3–4). De manera similar, los había elogiado en su primera carta, destacando “la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 1:3).
“Todo esto prueba que el juicio de Dios es justo” (2 Tesalonicenses 1:5). los tesalonicenses eran verdaderos creyentes genuinamente llamados y en los que habitaba el Espíritu Santo. El resultado final estaba asegurado. El sufrimiento es parte de la santificación de todo creyente. Cuando todo estaba dicho y hecho, los tesalonicenses perseveraron y se les consideró dignos (v. 5). Todo esto también es evidencia de que Dios es justo (vv. 6–7a). Al final, los perseguidores serán castigados y los creyentes que sufren serán consolados. Con Dios de nuestro lado, la victoria es segura. Una teología bíblica del sufrimiento nos enseña que la perseverancia es evidencia de la salvación y de la justicia de Dios. La fe en Dios nos da la esperanza, la fuerza y la gracia para perseverar.
|
|
POR BRAD BAURAIN |
El Dr. Brad Baurain ha trabajado como escritor y editor de Today in the Word desde 1993. Actualmente, se desempeña como profesor asociado y director del programa TESOL en Moody Bible Institute. Brad tiene el privilegio único de tener un título de cuatro universidades diferentes (incluida Moody). También ha enseñado en China, Vietnam, Estados Unidos y Canadá. Brad y su esposa, Julia, tienen cuatro hijos y residen en Munster, Indiana. |