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20 de Junio del 2021 | Salmos 94
¿Alguna vez has intentado jugar al escondite con un niño de dos años? Puede resultar bastante cómico. Recuerdo haber jugado con mi hijo a esa edad y lo encontré de pie junto a su cama con la cara cubierta en las mantas. Pensó: “¡Si no puedo ver a mi papá, él no puede verme a mí!” Si bien esto es lindo en un niño pequeño, sería una tontería que un adulto se escondiera de esa manera.
En el Salmo 94, los malhechores parecen tener esta perspectiva hacia Dios. Debido a que no ven a Dios juzgándolos inmediatamente por sus actos de opresión y violencia, concluyen que Dios no debe haberlo notado. “Y hasta dicen: ‘El SEÑOR no ve; el Dios de Jacob no se da cuenta’” (v. 7).
Sin embargo, el salmista sabe que Dios es el juez de toda la tierra. La pregunta para él no es: “¿Juzgará Dios?” Sino más bien, “¿Hasta cuándo, SEÑOR, hasta cuándo habrán de ufanarse los impíos?” (v. 3). Anima a los malhechores a cambiar su forma de pensar. En lugar de actuar como necios, deberían buscar la sabiduría (v. 8). Él les recuerda que Dios es quien creó el oído y el ojo, ¡seguramente Él también puede ver y oír (v. 9)! Nada escapa a la atención de Dios, Él “conoce todos los pensamientos humanos” (v. 11).
Bienaventurado el que se somete a la disciplina de Dios y aprende de la Palabra de Dios (v. 12). Esta persona sabe que su única esperanza contra los malhechores es confiar en el Señor (vv. 16–17).
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POR RYAN COOK |
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Ryan Cook es profesor asociado de Antiguo Testamento y Hebreo en Moody Theological Seminary. Ha trabajado en el campo de la educación cristiana y fue pastor en Michigan durante siete años. Ryan, su esposa Ashley y sus tres hijos residen en el noroeste de Indiana.
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